Adiós a Anita Ontiveros: La huella indeleble de una Maestra de la Televisión Dominicana
El mundo de la televisión dominicana se viste de luto con la partida de Anita Ontiveros, una figura icónica que, junto a su pareja Horacio Lamadrid, trascendió las fronteras del tango para dejar una marca imborrable en el entretenimiento local. Llegados desde Argentina en 1967, Anita y Horacio no solo bailaron tango, sino que también coreografiaron una era en la televisión dominicana que perdura en la memoria colectiva.
Con programas como “Domingo de mi Ciudad” y “La Casa de Pequitas”, Ontiveros no solo entretuvo sino también formó a generaciones. Productora, guionista, directora, y mucho más, Anita se convirtió en la maestra detrás de las cámaras, una pionera que trabajó incansablemente para elevar la calidad de la televisión en el país. Su obra incluyó colaboraciones con grandes figuras como Nuria Piera, con quien compartió no solo escenas, sino también enseñanzas y protección.
Anita Ontiveros nos dejó a los 75 años tras una larga lucha contra el Alzheimer. Su partida, aunque dolorosa, trae alivio a quienes la amaron y la vieron sufrir. Su hija, Samantha Olivero, confirmó la noticia, invitando a darle el último adiós en la funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln.
La noticia ha resonado en el corazón de la industria. Figuras como Milagros Germán, Cecilia García, Nuria Piera, Ángel Laureno, y Edilenia Tactuk han expresado su tristeza y admiración por una mujer que consideraban no solo una colega sino una mentora. Desde bailarina hasta formadora de generaciones de técnicos, su legado se siente profundo y amplio.
A pesar de haber hecho de República Dominicana su hogar y su escenario, Anita Ontiveros se despidió sin haber recibido la nacionalidad de un país que amó y al que entregó su talento. Su última aparición pública fue en 2022, en un homenaje que apenas roza la superficie de lo que su trayectoria merece.
Anita Ontiveros no fue solo una productora o directora; fue una visionaria que transformó la televisión dominicana. Su fallecimiento deja un vacío en el ámbito cultural y en los corazones de quienes la conocieron y admiraron. Hoy, mientras la nación se prepara para despedirla, queda claro que su influencia perdurará, inspirando a futuras generaciones de creativos en el mundo del entretenimiento.