Condenan a hombre a 30 años de cárcel por incesto
Santiago, República Dominicana – En un caso que ha conmocionado a la sociedad, la Fiscalía de Santiago logró obtener una condena de 30 años de reclusión mayor contra un hombre acusado de cometer incesto, actos de tortura y barbarie, así como violación sexual en perjuicio de su sobrino, un niño de tan solo cinco años de edad. Los hechos ocurrieron el año pasado en un barrio del sur de la ciudad.
La fiscal litigante Luisa García presentó detalles estremecedores ante el Segundo Tribunal Colegiado de la demarcación, durante el juicio en el que se revelaron las atrocidades sufridas por el menor. La fiscal investigadora Deyanira Suero llevó a cabo una exhaustiva investigación que documentó la violación sexual, el abuso físico y psicológico sistemático sufridos por el niño, quien fue víctima de su propio tío.
Los jueces del Segundo Tribunal Colegiado, Osvaldo Castillo, Estephanie Santiago Reyes e Ingrid Liberato, encontraron suficiente evidencia presentada por el Ministerio Público y dictaron una sentencia de 30 años de cárcel contra el acusado.
El fiscal titular de Santiago, Osvaldo Bonilla, hizo un llamado a los padres, madres y a la sociedad en general para que extremen la vigilancia sobre los menores de edad y los protejan de cualquier peligro. Subrayó que los casos penales que involucren a niños, niñas y adolescentes son de interés público y serán atendidos de oficio, ya que en ocasiones los niños deben ser protegidos incluso de su propio entorno cercano.
El Ministerio Público, a través de la Unidad de Atención Integral a la Violencia de Género, Intrafamiliar y Delitos Sexuales de Santiago, se hizo cargo del caso después de recibir una denuncia en abril del año pasado. Según la denuncia, el niño se encontraba en un centro médico en condiciones delicadas debido a las agresiones físicas y evidencias de violación sexual, incluyendo enfermedad de transmisión sexual.
El acusado cometió actos horribles al violar sexualmente al niño, cortándole la lengua y el talón del pie izquierdo con un arma blanca, además de golpearlo con una vara.
Las evaluaciones médicas y el reconocimiento legal certificaron la amputación total de la lengua, una lesión supurativa en el talón izquierdo y la presencia de una enfermedad de transmisión sexual.
Debido al peligro que representaba para el niño permanecer en su entorno familiar, fue remitido a un centro de acogida. Los familiares no fueron capaces de percatarse de las agresiones sexuales y físicas perpetradas por el tío paterno.