INTERNACIONALES

Crisis en Haití: Entre la violencia de pandillas y la formación de un consejo transitorio

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En Haití, el caos se desata una vez más. El jueves pasado, la capital, Puerto Príncipe, fue escenario de actos violentos que culminaron con la muerte de Ernst Julme, líder de la pandilla Delmas 95, también conocido como Ti Greg. Esta acción policial ocurre en un momento crucial, justo cuando los grupos políticos del país están cerca de concretar la formación de un consejo transitorio que asumirá las funciones gubernamentales ante la ausencia de un gobierno efectivo.

La eliminación de Julme, aliado del notorio líder de pandillas Jimmy “Barbeque” Cherizier en la alianza «Viv Ansanm», representa un duro golpe para los intentos de las pandillas de dominar más sectores de la ciudad, especialmente después de que Julme lograra escapar de la prisión más grande de Haití en una fuga masiva.

Esta serie de eventos ocurre en paralelo a los avances políticos en los que las facciones políticas de Haití, con el auspicio de la Comunidad del Caribe (CARICOM) y bajo la mirada de la ONU, han logrado nominar a los miembros de un consejo transitorio. Este órgano tiene la misión de designar un sucesor al Primer Ministro Ariel Henry, quien anunció su renuncia el 11 de marzo debido a la violencia de las pandillas que le impedía regresar al país.

Sin embargo, la formación de este consejo no ha estado exenta de obstáculos. Diferencias entre las facciones políticas haitianas y la amenaza de represalias por parte de Cherizier hacia los políticos que participen en el consejo complican el panorama.

Mientras tanto, la violencia en las calles no da tregua. El sonido de disparos cerca del Palacio Nacional y enfrentamientos en los suburbios atestiguan el desafío constante que representa la lucha contra las pandillas armadas. La situación de seguridad es tan precaria que la ONU y otras entidades internacionales han tenido que evacuar a su personal y a otros extranjeros.

Además, la comunidad internacional se encuentra en espera de la implementación de una misión de seguridad, solicitada desde 2022, que hasta el momento no se ha materializado. La ONU subraya la importancia de esta fuerza internacional para la mejora de las situaciones política y de seguridad en Haití, así como para la restauración de las instituciones democráticas y la protección de los civiles.

En este contexto de crisis, países como Canadá y Estados Unidos han tomado medidas para proteger a sus ciudadanos y personal diplomático, organizando evacuaciones y reforzando la seguridad en sus embajadas.

La situación en Haití es, sin duda, un reflejo de las complejas dinámicas de poder, violencia y esfuerzos políticos por establecer un orden y camino hacia la estabilidad y la democracia en medio del caos. La comunidad internacional mantiene la esperanza de que el consejo transitorio pueda ser un primer paso hacia la reconstrucción del tejido social y político del país.


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