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Desafíos laborales en República Dominicana: La realidad de los jóvenes en busca de mejores oportunidades

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En Santo Domingo, la lucha por la supervivencia laboral es una realidad palpable, especialmente entre los jóvenes. Luis Valdez, un contable de 34 años, ilustra esta situación: tras cinco años de universidad, se encuentra trabajando en una peluquería y como taxista nocturno, un giro inesperado en su trayectoria profesional.

Esta situación no es aislada. Ricardo Ramírez, licenciado en Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras, comparte una realidad similar, equilibrando trabajos como recepcionista de hotel y maestro. Su salario de recepcionista no supera los 19 mil pesos, lo que lo obliga a buscar ingresos adicionales para afrontar el elevado costo de la canasta básica familiar, que ronda los 44 mil pesos.

La necesidad de múltiples empleos no es un caso aislado en República Dominicana. Según el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, a finales de noviembre del año pasado, había 98,724 trabajadores con dos o más empleos. Este fenómeno se debe en gran medida a los bajos salarios, especialmente entre la población joven, que en promedio no superan los 25,526.19 pesos.

Los datos de la Tesorería de la Seguridad Social revelan que de los 2,366,433 trabajadores registrados, sólo 763,179 son jóvenes de entre 18 y 30 años, con la mayoría ganando entre 5 mil y 30 mil pesos. Esta realidad salarial limita el potencial económico de la nación y fomenta la emigración juvenil en busca de mejores oportunidades.

El economista Juan del Rosario advierte sobre las consecuencias de los bajos salarios, que no solo desmotivan a los jóvenes a integrarse al mercado laboral sino que también impulsan a muchos a emprender negocios, a menudo sin éxito. Además, la falta de remuneraciones adecuadas desencadena una fuga de talentos y reduce la competitividad económica del país.

En el sector informal, más de 700 mil jóvenes buscan oportunidades laborales, enfrentándose a un mercado que demanda experiencia que ellos no poseen, lo que lleva a menudo a salarios bajos por la inexperiencia.

La Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE) revela que más de la mitad de los jóvenes dominicanos de entre 18 y 35 años desea emigrar, motivados no solo por el desempleo y los bajos salarios, sino también por la calidad de la educación, la seguridad ciudadana y las deficiencias del sistema de salud.

El Barómetro del Mercado de Trabajo indica que las oportunidades de empleo para los jóvenes son significativamente menores en comparación con los adultos, con una brecha aún mayor entre las mujeres y en zonas urbanas. Este panorama desalentador se ve agravado por el incumplimiento generalizado del salario mínimo en el país.

La realidad laboral para los jóvenes en República Dominicana es compleja y desafiante. Con bajos salarios, empleos insuficientes y la tentación de la emigración, el futuro laboral de esta generación parece incierto. La necesidad de políticas públicas que fomenten el empleo juvenil y aseguren salarios dignos es más urgente que nunca.


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