Economía mundial crecerá un 3 % en 2023, pero riesgos amenazan la recuperación
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha mejorado sus previsiones para el crecimiento de la economía mundial en 2023, proyectando un avance del 3 %. Aunque esto representa una mejora en comparación con estimaciones anteriores, el FMI advierte que este avance aún se considera “débil” y está acompañado de riesgos globales que podrían afectar el panorama económico.
El informe publicado este martes muestra que las principales preocupaciones incluyen la persistente inflación, futuras vulnerabilidades en el sistema financiero y la posibilidad de que China crezca menos de lo esperado. A pesar del optimismo sobre el fin de la pandemia de la COVID-19 y la recuperación de las cadenas de suministro, el FMI destaca que las fuerzas que dificultaron el crecimiento en 2022 siguen presentes en 2023.
El abaratamiento de la energía y los alimentos no ha sido suficiente para reducir la inflación subyacente, que excluye estos dos grupos y sigue siendo alta. Esta situación ha llevado a los bancos centrales a mantener políticas monetarias restrictivas para hacer frente a la inflación.
Además, el informe señala que la guerra de Ucrania podría encarecer nuevamente los alimentos y la energía, ya que Rusia ha suspendido el acuerdo que permitía la salida por mar del grano ucraniano. De no lograrse la salida del grano de Ucrania, se estima que los precios del maíz y el trigo podrían aumentar entre un 10 % y un 15 %.
China juega un papel crucial en la economía global, y el FMI considera que un menor crecimiento de este país tendría un impacto significativo a nivel mundial. Por cada punto porcentual que disminuya el crecimiento de China, se ralentizaría la economía mundial en tres décimas.
En cuanto a las principales economías, se espera que Estados Unidos crezca un 1,8 % en 2023, mientras que la zona euro solo alcanzaría un 0,9 % de crecimiento. España lidera el crecimiento en la zona euro, con un pronóstico del 2,5 %, impulsado por los buenos datos del turismo.
Latinoamérica también muestra mejoras en sus previsiones, con un crecimiento estimado del 1,9 % en 2023, gracias al buen desempeño de México y Brasil.
El FMI resalta la importancia de mantener la estabilidad financiera y combatir la inflación, así como implementar reformas estructurales para mejorar la productividad y el crecimiento a medio plazo. También enfatiza en la necesidad de una mayor solidaridad internacional para reducir los problemas de deuda de los países más pobres.
A pesar de este optimismo moderado, el FMI advierte que la economía global enfrenta un ambiente de incertidumbre, y los riesgos planteados podrían afectar negativamente la recuperación económica en los próximos años.