El cambio radical en las redes sociales: De la diversión a la monotonía
En la actualidad, al ingresar a X, la plataforma anteriormente conocida como Twitter, mi línea de tiempo se encuentra llena de publicaciones vacías que orbitan alrededor de los mismos pocos temas, como el agua que gira en un remolino. La semana pasada, por ejemplo, la conversación se centraba en la relación de Taylor Swift con el jugador de fútbol Travis Kelce. Si intentabas hablar de cualquier otra cosa, el algoritmo de la plataforma parecía barrerte hacia la irrelevancia.
La decadencia del sistema es evidente en la propagación de noticias falsas y videos mal etiquetados relacionados con el ataque de Hamas a Israel.
En otros lugares en línea, las cosas también parecen sombrías. El feed de Instagram muestra publicaciones de hace meses y anuncios de productos en lugar de fotos de amigos. La búsqueda en Google está abarrotada de resultados de baja calidad, y los hackers de SEO han arruinado la técnica de agregar “Reddit” a las búsquedas para encontrar respuestas generadas por humanos.
Mientras tanto, la empresa matriz de Facebook, Meta, en su último intento por mantenerse relevante, está desarrollando supuestos chatbots de inteligencia artificial con diversas “personalidades desenfadadas” que se agregarán a sus aplicaciones, incluyendo un Dungeon Master de D. & D. basado en Snoop Dogg. La perspectiva de interactuar con un personaje así suena tan atractiva como enviar mensajes de texto a uno de esos bots de spam que te pregunta si tienes el número correcto.
La Web de las redes sociales tal como la conocíamos, un lugar donde consumíamos las publicaciones de nuestros semejantes y publicábamos a cambio, parece haber llegado a su fin. La caída abrupta de X es el indicador de una nueva era de Internet que simplemente se siente menos divertida que antes. ¿Recuerdas divertirte en línea? Significaba tropezar con un sitio web que nunca habías imaginado que existiera, recibir un meme que no habías visto regurgitado una docena de veces y tal vez incluso jugar un pequeño videojuego en tu navegador. Estas experiencias no parecen estar tan disponibles ahora como lo estaban hace una década.
Según Eleanor Stern, una ensayista de videos de TikTok con casi cien mil seguidores, parte del problema es que las redes sociales son más jerárquicas que antes. “Hay una división que antes no existía, entre audiencias y creadores”, dijo Stern. Las plataformas que tienen más tracción con los usuarios jóvenes hoy en día, como YouTube, TikTok y Twitch, funcionan como estaciones de transmisión, con un creador que publica un video para sus millones de seguidores; lo que los seguidores tienen que decir entre ellos ya no importa de la manera que solía importar en el antiguo Facebook o Twitter.
Incluso publicar en redes sociales puede ser un acto menos casual en estos días, ya que hemos visto las ramificaciones de difuminar la línea entre la vida física y digital. Instagram marcó el inicio de la auto-comodificación en línea, siendo la plataforma de los “selfies”, pero TikTok y Twitch la han potenciado. Los “selfies” ya no son suficientes; las plataformas de video muestran tu cuerpo, tu habla y tus modales, y la habitación en la que te encuentras, tal vez incluso en tiempo real. Todos están obligados a desempeñar el papel de un influencer.
Los patrones de vida fuera de la pantalla también afectan la composición del mundo digital. Divertirse en línea era algo que solíamos hacer mientras estábamos ociosos en trabajos de oficina. Ahora, después de la pandemia y con políticas de trabajo desde casa en curso, los trabajadores de oficina están menos atados a sus computadoras y, tal vez, menos inclinados a buscar “me gusta” en las redes sociales.
La antigua diversión de la web parece haberse desvanecido, dejando un espacio en línea cada vez más monótono y menos interactivo. A medida que las redes sociales se vuelven más jerárquicas y orientadas hacia el espectáculo, la espontaneidad y la autenticidad se pierden en el camino. Aunque la tecnología avanza, la búsqueda de un Internet más divertido y auténtico continúa siendo un desafío.