El Papa Francisco insta a la prohibición Global de la Maternidad subrogada
El Papa Francisco ha solicitado una prohibición global de la maternidad subrogada, comparándola con el tráfico de niños en un encuentro reciente con embajadores en el Vaticano. Esta declaración ha intensificado los esfuerzos en Italia para aprobar una de las leyes más restrictivas del Occidente sobre una práctica utilizada por parejas infértiles y del mismo sexo para ser padres.
En sus palabras, el Papa calificó la maternidad subrogada como «una grave violación de la dignidad de la mujer y el niño», enfatizando que un niño es siempre un regalo y nunca un objeto de contrato comercial. Estas declaraciones alientan a la comunidad internacional a adoptar una postura unificada contra esta práctica.
El pontífice ha posicionado la subrogación como un problema particularmente occidental, parte de una «cultura de la muerte» que desecha a niños, ancianos y enfermos. A pesar de ser elogiado por liberales por su acercamiento a la comunidad LGBTQ+ y su enfoque en migrantes, pobres y calentamiento global, Francisco mantiene posturas conservadoras en temas de salud reproductiva, oponiéndose a la subrogación, la fertilización in vitro y el aborto.
En 2022, comparó la subrogación con la pornografía, refiriéndose a ella como «alquiler de vientres» y destacando su naturaleza explotadora, especialmente hacia mujeres en situación de pobreza. Adicionalmente, reiteró su posición en contra de la «teoría de género», describiéndola como «extremadamente peligrosa».
La intervención del Papa abarcó también otros temas globales, como la situación en Ucrania, crisis humanitarias en África y tensiones en América Latina. Sus palabras se alinean con advertencias de la ONU sobre los riesgos de la subrogación, aunque esta última ha pedido salvaguardias globales en lugar de una prohibición.
Muchos países europeos prohíben o restringen la subrogación a casos «altruistas». Italianos buscando madres sustitutas a menudo acuden a EE. UU. y, antes de la guerra, a Ucrania.
En Italia, la primera ministra de derecha, Giorgia Meloni, está impulsando una expansión de la prohibición existente, con penas de cárcel y multas para quienes busquen hijos mediante subrogación en el extranjero. Meloni, en una aparición junto al Papa en mayo, condenó la subrogación, afirmando que «la maternidad no está en venta».
Grupos pro-subrogación criticaron los comentarios del Papa como un apoyo a la propuesta de Meloni, señalando las posibles consecuencias políticas en Italia. Susanna Lollini, de la asociación de padres LGBTQ+ Famiglie Arcobaleno, indicó que la derecha italiana podría utilizar las palabras del Papa para justificar la legislación propuesta.