El sorprendente descenso de la inflación en Estados Unidos: ¿una montaña rusa económica?
La inflación en Estados Unidos ha experimentado una caída impresionante en el último año, pasando de un impactante 9,1% a un 3% en junio, después de haber alcanzado su nivel más alto en cuatro décadas. Resulta sorprendente que en comparación con otros países del Grupo de los Siete, como Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Canadá y Japón, EE. UU. haya sido la economía que ha logrado reducir el costo de la vida de manera más rápida y marcando un récord histórico en el proceso.
El descenso en la inflación ha sido atribuido parcialmente al papel de los precios de la energía en la economía estadounidense. Wendy Edelberg, directora de The Hamilton Project y miembro senior de Estudios Económicos del centro de investigación Brookings Institution, destaca que la exposición de EE. UU. a las consecuencias de la guerra en Ucrania fue diferente a la de otras naciones europeas, lo que le permitió sortear de manera más eficiente el impacto energético.
Sin embargo, este logro aparentemente exitoso en la reducción de la inflación ha sido más complicado de lo que parece. Edelberg explica que enfrentaron dificultades para reducir la inflación básica, que excluye los costos de la energía y los alimentos, y que hasta hace poco estaban preocupados y frustrados por el lento avance.
La política monetaria de la Reserva Federal de EE. UU. (FED) desempeñó un papel crucial en esta montaña rusa económica. La FED implementó una serie de subidas agresivas de tasas de interés para controlar la inflación, actuando como un freno para evitar que la espiral inflacionaria se descontrolara.
La normalización de la oferta de bienes en el comercio también contribuyó a disminuir los altos costos de vida en el país. La pandemia de Covid-19 afectó gravemente las cadenas de suministro del comercio internacional, generando una “crisis de contenedores” con escasez de productos y altos costos de transporte. Sin embargo, la situación mejoró con el tiempo, aliviando las presiones inflacionarias.
Aunque las perspectivas económicas indicaban que la economía de EE. UU. sufriría debido al aumento histórico de las tasas de interés para controlar la inflación, el empleo sigue en alza y no se vislumbra una recesión inmediata. Los economistas se encuentran perplejos ante esta paradoja y siguen atentos para ver si la economía experimentará un “aterrizaje suave” o una recesión más profunda con efectos globales.
El descenso de la inflación en Estados Unidos ha sido una montaña rusa económica emocionante y compleja. Aunque las estrategias de la FED y la normalización del comercio han sido factores clave, los economistas continúan analizando el panorama para comprender el futuro de la economía estadounidense y su posible impacto en el resto del mundo.