Frente al desafío de los trastornos mentales: Un análisis de situación y respuestas
Los trastornos mentales comunes como la ansiedad y la depresión no solo afectan a una porción significativa de la población sino que también imponen una carga económica considerable sobre el país, representando alrededor del 2% del Producto Interno Bruto (PIB). A pesar de ser trastornos mayormente leves o moderados, la falta de atención adecuada y la subestimación de su impacto provocan graves consecuencias, desde la cronicidad y el incremento en la gravedad de las condiciones hasta la discapacidad en personas en edad laboral.
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que un 4.7% de la población dominicana sufre de trastornos depresivos y un 5.7% de trastornos de ansiedad, cifras que, exacerbadas por la pandemia de la COVID-19, podrían duplicarse en el futuro cercano. Este escenario plantea un reto monumental para los servicios de salud mental en el país, ya comprometidos por la escasez de recursos y la limitada capacidad de respuesta ante una demanda creciente.
La evaluación del sistema de salud mental dominicano mediante el Instrumento de Evaluación para Sistemas de Salud Mental de la OMS (IEMS-OMS) confirma las carencias significativas en recursos financieros y humanos, así como en la protección de los derechos de salud mental y la participación de la sociedad civil. Estas deficiencias subrayan la necesidad urgente de reformas y mejoras en la atención y tratamiento de los trastornos mentales en el país.
Para abordar estas problemáticas, se están desarrollando proyectos de investigación innovadores, como el basado en el Proyecto español PsicAP, con el objetivo de diseminar tratamientos psicológicos basados en evidencia científica. Estas iniciativas representan pasos hacia el fortalecimiento de la atención primaria en salud mental y la mejora de la calidad de vida de los afectados.
El Plan Nacional de Salud Mental 2019-2022, elaborado por el Ministerio de Salud Pública en colaboración con la OPS/OMS, se erige como una respuesta estratégica al desafío de los trastornos mentales en la República Dominicana. Este plan promueve un modelo de salud mental comunitario, participativo y humanizado, enfocado en la prevención, atención primaria y recuperación, marcando un hito en la reforma del sistema de salud mental del país.
A pesar de los avances, aún queda un largo camino por recorrer para garantizar una atención integral y de calidad en salud mental. Es imperativo fortalecer las políticas, ampliar los recursos y mejorar los protocolos de tratamiento para enfrentar efectivamente los trastornos mentales en la República Dominicana, asegurando así el bienestar de su población.