Gentrificación en la ciudad colonial: Desafíos y oportunidades del crecimiento urbano
En los últimos 25 años, nuestra ciudad ha experimentado un crecimiento económico y urbanístico vertiginoso. Este desarrollo ha sido impulsado tanto por el sector privado como por fuertes inversiones de capitales públicos, especialmente en sectores como el turismo, que han fomentado la creación de infraestructuras para alojamientos y comercios de marcas reconocidas.
Sin embargo, este crecimiento trae consigo desafíos significativos, como la gentrificación, un proceso que transforma áreas urbanas deterioradas en zonas revitalizadas que, a su vez, tienden a desplazar a los residentes originales de menor poder adquisitivo por nuevos habitantes de estatus socioeconómico más alto. Este fenómeno se ha hecho evidente en la Zona Colonial de nuestro Distrito Nacional, un área de alta complejidad urbana que combina patrimonios históricos en deterioro con un flujo constante de turistas y actividades comerciales.
Este proceso de gentrificación se ve exacerbado por la competencia entre ciudades para atraer capital y actividades económicas, a menudo mediante estrategias de marketing urbano que priorizan la venta de la imagen de la ciudad en detrimento de las necesidades de sus ciudadanos. Esto resulta en proyectos de renovación que se centran en puntos específicos en lugar de adoptar un enfoque más holístico e integrador que beneficie a toda la población.
César Pérez, un experimentado urbanista, ha levantado la voz para demandar mejores condiciones de vida para los residentes de los barrios afectados por estos proyectos en la Ciudad Colonial. Propone mejorar las viviendas y fijar a la población mediante políticas de propiedad que favorezcan a los residentes locales, en lugar de empujarlos a emigrar por el aumento de los costos de vivienda.
Es crucial que el Proyecto de Fortalecimiento del Turismo en la Ciudad Colonial considere estos aspectos para evitar repetir casos como el de Málaga, donde los residentes originales fueron desplazados por el alto costo de la vida. El desafío es implementar estrategias de desarrollo que mantengan la esencia de nuestros valores históricos y culturales, asegurando que la gentrificación no desplace a los que han llamado a este lugar su hogar por generaciones.