La Inteligencia Artificial en la redacción: ¿Una amenaza para los redactores publicitarios?
Hasta hace poco, Dean Meadowcroft trabajaba como redactor publicitario en un pequeño departamento de marketing, encargado de redactar comunicados de prensa, publicaciones en redes sociales y otro contenido para su empresa. Sin embargo, a fines del año pasado, su firma introdujo un sistema de Inteligencia Artificial (IA) con el objetivo de agilizar los procesos y trabajar junto con los redactores humanos.
Sin embargo, Meadowcroft no quedó impresionado con el trabajo de la IA, ya que consideró que hacía que todo sonara plano y que todos fueran iguales, sin destacar ningún estilo personal. Además, el contenido generado por la IA debía ser revisado por personal humano para evitar plagio.
La IA demostró ser mucho más rápida que los redactores humanos, ya que lo que un redactor tardaba entre 60 y 90 minutos en escribir, la IA podía hacerlo en 10 minutos o menos. Esto llevó al despido del equipo de cuatro personas de Meadowcroft, lo que le hizo enfrentarse a la realidad de que la IA estaba reemplazando a los escritores humanos.
Esta tendencia de automatización mediante la IA no solo se limita a la redacción publicitaria, sino que también está afectando a otros sectores laborales. Grandes empresas tecnológicas como OpenAI con ChatGPT y Google con Bard han desarrollado sistemas capaces de dar respuestas similares a las humanas y generar contenido en cuestión de minutos. Esto ha llevado a preguntarse qué tipos de trabajos podrían estar en riesgo de ser reemplazados por la IA.
Un informe de Goldman Sachs sugirió que la IA podría reemplazar hasta 300 millones de puestos de trabajo a tiempo completo, aunque también se señala que la introducción de la IA podría impulsar la productividad y crear nuevos puestos de trabajo.
El caso de IKEA es un ejemplo de cómo la IA ha sido implementada para mejorar la atención al cliente y el servicio al traducir las llamadas de clientes con el apoyo de asesores de diseño capacitados. Sin embargo, la preocupación por la pérdida de empleo debido a la IA es válida, ya que algunos trabajadores, como los artistas de doblaje, ya han experimentado el reemplazo por voces generadas por IA en algunos proyectos.
Aunque algunos puestos de trabajo pueden ser sustituidos por la IA, el futuro podría implicar una colaboración entre humanos y sistemas de IA, donde la tecnología mejore el acceso rápido al contenido dirigido por humanos, en lugar de eliminar por completo el factor humano en la redacción y otras áreas.