La sombra del espionaje cibernético: Revelaciones sobre las operaciones de hackeo patrocinadas por china
En un descubrimiento alarmante que arroja luz sobre las profundidades del espionaje cibernético patrocinado por el estado, se han revelado los detalles de un extenso mercado de herramientas de hackeo y datos vendidos por una firma de seguridad china, I-Soon. Esta empresa, una entre cientos que apoyan los esfuerzos agresivos de hackeo patrocinados por el estado de China, ha sido expuesta por documentos filtrados que muestran una campaña de ocho años dirigida contra bases de datos y comunicaciones en países asiáticos como Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong, Malasia, India, entre otros.
La filtración, que incluye correspondencia entre empleados, listas de objetivos y demostraciones de herramientas de ciberataque, ofrece una visión sin precedentes del mundo secreto de los hackers respaldados por el estado chino. Según expertos en ciberseguridad, estos documentos parecen ser auténticos y revelan cómo China ha ido más allá de sus propias filas para aprovechar el talento del sector privado en una campaña de hackeo que ha afectado a empresas y agencias gubernamentales estadounidenses.
I-Soon, que no ha respondido a preguntas sobre la filtración, se ha presentado como una entidad clave dentro de este ecosistema, proporcionando desde acceso a sitios web privados hasta herramientas para campañas de desinformación, con precios que van desde menos de $15,000 hasta $278,000. Estos esfuerzos forman parte de una estrategia más amplia que ha visto a China ignorar o evadir los esfuerzos estadounidenses y de otros países para limitar sus operaciones de hackeo extensivas.
La utilización de contratistas privados por parte del gobierno chino sigue la táctica de países como Irán y Rusia, aunque este enfoque disperso ha demostrado ser difícil de controlar. En algunos casos, estos contratistas han utilizado malware para extorsionar a empresas privadas, incluso mientras trabajaban para la agencia de espionaje de China.
Este informe subraya la creciente preocupación entre los responsables políticos estadounidenses sobre las operaciones de hackeo de China, que se han dirigido no solo contra la infraestructura crítica estadounidense sino también contra una amplia gama de objetivos, desde vacunas contra el Ébola hasta tecnología de vehículos autónomos. A medida que las revelaciones sobre los ataques chinos se hacen públicas, queda claro el desafío que representan para la seguridad nacional y global.