INTERNACIONALES

La suprema corte de EE.UU. Analiza el acceso al medicamento abortivo en un contexto de restricciones aumentadas

Compártelo

La Suprema Corte de los Estados Unidos se prepara para escuchar su primer caso relacionado con el aborto desde la anulación de Roe v. Wade en 2022, una decisión que marcó un punto de inflexión en los derechos reproductivos del país. Este martes, los jueces abordarán una controversia sobre las normas de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para acceder a mifepristona, el medicamento utilizado para interrumpir embarazos en las primeras semanas. Un grupo de médicos antiaborto ha demandado a la FDA, cuestionando la evaluación de seguridad del fármaco y su decisión de levantar “salvaguardias críticas” para su uso.

La situación actual refleja un escenario donde 14 estados han implementado prohibiciones totales y siete más han impuesto restricciones sustanciales al acceso al aborto. Además, algunos estados buscan impedir la entrada de medicamentos abortivos y, por separado, bloquear una ley federal que permite a los médicos de emergencias terminar un embarazo si es médicamente necesario.

Este caso se presenta en un trasfondo culturalmente cargado, no solo por las dinámicas políticas que han llevado el aborto a la cúspide de los temas electorales, sino también por el deterioro de la consideración pública hacia la Suprema Corte. La administración de Biden, defendiendo a la FDA, ha evitado referirse directamente a la decisión Dobbs en sus argumentos escritos, centrándose en el proceso de aprobación del medicamento y subrayando la importancia de la regulación federal y la experticia.

Desde su aprobación en el año 2000, más de 5 millones de mujeres estadounidenses han utilizado mifepristona para terminar sus embarazos. Los cambios en las regulaciones, incluyendo el uso del medicamento hasta las 10 semanas de embarazo y la posibilidad de obtener la prescripción por correo, han sido puntos clave en este litigio.

El caso ante la corte alta plantea preguntas fundamentales sobre la regulación y acceso a todos los medicamentos, no solo mifepristona. Con un incremento inesperado en el número de abortos realizados mediante medicación tras el fallo Dobbs, la atención está puesta en cómo la corte manejará estos debates en medio de un país profundamente dividido en temas de derechos reproductivos.


Compártelo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *