Padre condenado por la muerte de su hija de 5 meses
En un rincón de Santiago, República Dominicana, un drama desgarrador se desarrolló en silencio. Felisc Prospere, un hombre de origen haitiano, fue el protagonista de una tragedia que dejó una huella indeleble en la comunidad.
Una pequeña vida, apenas cinco meses y quince días, fue apagada. La víctima, una niña indefensa, hija de Prospere. Los episodios de tortura que precedieron a su muerte fueron tan brutales como incomprensibles. Golpes contusos, traumas en el cráneo y el tórax, mordeduras humanas y rasguños, marcaron su corta existencia.
El escenario del crimen fue el barrio Balaguer, en el municipio Navarrete. Un lugar que ahora lleva la sombra de este horrendo acto. La tragedia se desveló en mayo de 2020, pero las cicatrices son eternas.
La justicia, sin embargo, no permaneció ciega. Las juezas del Tercer Tribunal Colegiado de Santiago, armadas con las pruebas presentadas por la Fiscalía, dictaron una sentencia de 30 años de reclusión mayor para Prospere. Un castigo severo para un crimen inconcebible.