Producción global de petróleo persistirá mientras las energías renovables ganan terreno, según la AIE
A pesar de la crisis climática que enfrenta el mundo, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) predice un aumento en la producción mundial de petróleo durante la próxima década. La demanda global de crudo continuará siendo robusta en los próximos años, aunque se anticipa un cambio en esta tendencia a medida que las energías renovables ganen terreno sobre los combustibles fósiles hacia finales de la década.
En este contexto, la AIE proyecta un incremento de 5.8 millones de barriles diarios en la producción petrolera mundial para el año 2028, con aproximadamente una cuarta parte de esta expansión proviniendo de América Latina.
Brasil, Guyana y Argentina: Protagonistas del Auge Petrolero
Brasil, Guyana y Argentina emergen como protagonistas clave en este auge petrolero. Guyana, un país previamente considerado pobre, experimenta un cambio radical gracias al descubrimiento de reservas probadas de crudo, posicionándose para producir hasta 1.2 millones de barriles diarios para el 2028. Se espera que este incremento impulse su Producto Interno Bruto (PIB) y eleve su estatus económico.
Brasil, por su parte, se ha convertido en el líder petrolero de la región, impulsado por sus exitosos hallazgos submarinos y la extracción eficiente de crudo en yacimientos presalinos. La producción de petróleo de Brasil ha aumentado significativamente en los últimos años, superando incluso a México en 2017 como el mayor productor de petróleo en América Latina.
Argentina también se suma a este panorama, impulsada por el desarrollo del yacimiento Vaca Muerta, que alberga importantes recursos de gas y petróleo de esquisto. A pesar de desafíos económicos, se proyecta un crecimiento continuo en su producción de crudo y gas.
Desafíos y Escenarios Futuros
Sin embargo, los países históricamente líderes en producción petrolera, como Venezuela, México y Ecuador, enfrentan declives debido a razones diversas, como crisis económicas y políticas, así como desafíos en la gestión de recursos.
El futuro de América Latina en términos de producción de petróleo estará estrechamente ligado a la transición global hacia energías más limpias y sostenibles. Mientras algunos países como Colombia apuntan a una transición energética, otros continúan apostando por el petróleo.
La incertidumbre se mantiene en cuanto a la velocidad de esta transición y la futura demanda de petróleo. Factores geopolíticos, como conflictos internacionales, y eventos inesperados, como la pandemia de COVID-19, también influirán en el panorama energético de la región.
En última instancia, América Latina enfrenta un escenario de transición energética desordenada y compleja, en la que su suerte estará determinada por su capacidad para adaptarse y tomar decisiones estratégicas en un mundo en constante cambio.