INTERNACIONALES

Protestas de agricultores Franceses desatan caos vial y desafían al gobierno de Atta

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A tan solo seis meses de las Olimpiadas de Verano en París, Francia se encuentra sumergida en una ola de protestas lideradas por agricultores, que han bloqueado importantes vías de acceso a la capital y otras partes del país. Estas manifestaciones representan un desafío significativo para el nuevo Primer Ministro Gabriel Attal, quien asumió el cargo hace menos de un mes.

Los agricultores, descontentos con las medidas pro-agricultura recientemente anunciadas por el gobierno, que consideran insuficientes, han iniciado una serie de bloqueos y manifestaciones. Exigen que la producción de alimentos sea más lucrativa, fácil y justa. En respuesta, el gobierno de Attal prevé anunciar nuevas medidas tras conversaciones con sindicatos de agricultores.

El 29 de enero de 2024, los agricultores desplegaron tractores, remolques y cosechadoras en una “asedio” a París, buscando mayores concesiones del gobierno. Algunos de los manifestantes llegaron preparados para permanecer en las barricadas con reservas de comida, agua y tiendas de campaña.

Los bloqueos en las carreteras, como en la A4 cerca de París, han destacado la brecha económica y social entre la ciudad y el campo en Francia. Los agricultores se sienten ignorados por un gobierno que, según ellos, rara vez visita las granjas y desconoce su realidad.

Para contrarrestar las protestas, el gobierno ha desplegado 15,000 agentes de policía, principalmente en la región de París, y ha establecido puestos de control en puntos clave como el mercado de abastos Rungis.

Los agricultores de países vecinos, como Bélgica, también han establecido barricadas, lo que indica que las protestas son parte de un descontento más amplio en Europa. Las quejas comunes incluyen presiones de precios, impuestos y regulaciones ambientales, así como la competencia de importaciones agrícolas de países con menores costos y restricciones.

Estas protestas se suman al caos vial en París y otras regiones, con taxistas realizando manifestaciones lentas en apoyo a sus propias demandas. Las autoridades han recomendado el uso de transporte público para evitar el tráfico.

El movimiento en Francia es un reflejo de una crisis alimentaria global exacerbada por la guerra en Ucrania, un importante productor de alimentos. Los agricultores franceses sostienen que el aumento en los precios de los fertilizantes, la energía y otros insumos ha reducido sus ingresos, mientras que se enfrentan a una competencia desleal de productores en países con regulaciones menos estrictas.

Esta situación plantea un serio reto para el gobierno de Attal, que debe encontrar un equilibrio entre las demandas de los agricultores y la necesidad de mantener el orden y la fluidez en las principales vías de Francia, especialmente en la antesala de un evento tan significativo como las Olimpiadas.


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