Rechaza acoger campos de refugiados Haitianos a pesar de solicitudes internacionales
En una postura firme y reiterada, el presidente Luis Abinader, ha hecho público su rechazo a la posibilidad de instaurar campos de refugiados haitianos en suelo dominicano. Esta decisión surge tras recibir, hace aproximadamente un año y medio, peticiones de diversas instituciones gubernamentales estadounidenses, independientes de la Casa Blanca, las cuales exploraban la factibilidad de acoger a ciudadanos haitianos en situación migratoria irregular.
Durante su habitual rueda de prensa de los lunes, Abinader fue categórico al afirmar que bajo su presidencia no se aceptará la creación de ningún campo de refugiados, sin importar la procedencia de la solicitud. “Recibimos llamadas… para esto (de los campos de refugiados), les expresamos nuestra posición y no hubo más requerimientos”, afirmó el mandatario, subrayando la determinación de su gobierno.
Compartiendo una frontera con Haití, se enfrenta a una delicada situación migratoria exacerbada por la inestabilidad y violencia en el país vecino. Esta realidad ha llevado a las autoridades dominicanas a continuar con la deportación de haitianos indocumentados, una práctica que, según Abinader, se alinea con las normativas de otros países y el respeto a la constitución y leyes dominicanas.
La postura del presidente Abinader encuentra eco en la reciente negativa a peticiones de organismos internacionales, como la Secretaría General de las Naciones Unidas y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), que han instado a la República Dominicana a ofrecer refugio a los haitianos que huyen de la violencia. No obstante, Abinader asegura no haber recibido solicitudes formales al respecto y reafirma su compromiso de no ceder ante tales demandas.
El llamamiento global para evitar las deportaciones forzosas hacia Haití, pronunciado por el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, y reforzado por la Agencia de la ONU para los Refugiados, subraya la gravedad de la situación en Haití, donde las bandas criminales amenazan la seguridad, libertad y vida de los ciudadanos. Acnur ha pedido a los países receptores de haitianos que los acojan como refugiados, garantizando así su protección frente a la violencia y violaciones de derechos humanos en su país de origen.
Esta firme postura de la República Dominicana resalta las complejidades de la política migratoria en el contexto caribeño, poniendo de manifiesto la tensión entre la soberanía nacional y las presiones internacionales para atender crisis humanitarias regionales.