UE implementa el acta de servicios digitales para regular contenido tóxico en plataformas
La Unión Europea (UE), después de establecer estándares de privacidad con el GDPR, se enfoca en hacer que internet sea más seguro. La UE está lista para introducir reglas que podrían reformar la web, obligando a gigantes tecnológicos como Facebook, YouTube e Instagram a controlar la propagación de contenido tóxico en sus plataformas y aumentar la transparencia de sus operaciones.
A partir del viernes, 19 de las mayores compañías de redes sociales, plataformas de comercio electrónico y motores de búsqueda del mundo deberán cumplir con el Acta de Servicios Digitales (DSA) o enfrentar multas significativas de hasta el 6% de sus ingresos globales anuales.
Aunque el nuevo conjunto de reglas puede parecer desafiante, su eficacia dependerá en gran medida de cómo se haga cumplir en las grandes empresas tecnológicas, lo cual está principalmente en manos de la Comisión Europea. Por otro lado, los gigantes tecnológicos y las expectativas —junto con la impaciencia— en toda Europa también juegan un papel importante.
“Europa es ahora efectivamente la primera jurisdicción en el mundo donde las plataformas en línea ya no se benefician de un ‘pase libre’ y establecen sus propias reglas”, dijo el Comisionado de Mercado Interno, Thierry Breton, quien encabeza la dirección de la Comisión encargada de hacer cumplir el DSA.
El Acta busca remodelar la experiencia en línea de los usuarios y requiere que las empresas eliminen rápidamente contenido ilegal, eviten el uso de datos sensibles de las personas para anuncios personalizados y revelen información previamente secreta sobre cómo operan. Las empresas también deberán informar a los usuarios si eliminan su contenido, limitan su visibilidad o detienen su monetización, y explicar por qué.
La Comisión Europea tendrá amplios poderes de ejecución, similares a los de los investigadores antimonopolio, para supervisar y asegurar el cumplimiento de las mayores empresas tecnológicas. También cooperará con los reguladores digitales nacionales de la UE, incluido Irlanda, donde la mayoría de las empresas tecnológicas afectadas tienen su sede europea.
Aunque el camino no estará exento de obstáculos, la Comisión enfrentará una fuerte presión para demostrar que la ley de la UE tiene poder. Sin embargo, algunas partes del rompecabezas de aplicación del DSA aún no están en su lugar, lo que podría dificultar el trabajo de la Comisión en los primeros meses.
A pesar de los desafíos, el Acta de Servicios Digitales tiene un gran potencial para hacer que internet sea más seguro para los usuarios, aunque la Comisión deberá ser cautelosa en su implementación.