Urgen acciones decisivas en la frontera para combatir actividades ilícitas y fomentar el desarrollo
La frontera dominico-haitiana enfrenta desafíos críticos que amenazan su potencial económico, según una exhaustiva investigación del Instituto de Educación Superior en Formación Diplomática y Consular (Inesdyc). Este estudio desvela la creciente problemática de actividades ilícitas que socavan la paz social y el desarrollo económico de las provincias de Dajabón, Elías Piña, Independencia y Pedernales, instando a la implementación urgente de medidas concretas.
Las actividades ilegales identificadas abarcan desde el tráfico de drogas y armas hasta el lavado de dinero, la inmigración irregular, el robo de ganado, y el comercio ilegal de mercancías, concentrándose especialmente en los sectores más desfavorecidos. Estos ilícitos no solo alteran el orden público sino que también laceran la estructura económica local, limitando severamente las oportunidades de crecimiento y desarrollo en la región.
El estudio “Fragilidad, resiliencia, desarrollo e inversión (Fredi)”, presentado en cuatro tomos y dividido por provincias, resalta la dificultad de trazar el origen y la dinámica de estas actividades debido a la existencia de rutas comerciales alternativas que complican su detección y control. Este análisis pone de manifiesto la vulnerabilidad de ambos países, Haití y República Dominicana, ante el flujo clandestino de mercancías, exacerbado por la ausencia de una vigilancia efectiva en puntos críticos de la frontera.
La falta de supervisión militar y local en estos puntos “ciegos” facilita el traspaso no solo de mercancías sino también de actividades delictivas, planteando un serio desafío para las autoridades y la comunidad internacional. La situación demanda una respuesta coordinada y multifacética que aborde tanto la seguridad fronteriza como el desarrollo económico sostenible de las provincias afectadas.