Violencia y desafío de pandillas paralizan la capital de Haití
La capital de Haití se vio envuelta en una espiral de violencia y caos este jueves, cuando un poderoso líder de pandilla declaró su intención de capturar al jefe de la policía nacional y a ministros del gobierno, en un día marcado por intensos tiroteos que dejaron al menos cuatro oficiales de policía muertos. Este estallido de violencia ocurre en un momento crítico, con el Primer Ministro Ariel Henry fuera del país, buscando apoyo en Kenia para combatir la creciente influencia de las pandillas mediante la implementación de una fuerza armada extranjera.
El audaz anuncio del líder pandillero conocido como “Barbecue”, cabeza de la federación G9 Family and Allies, prometió liberar al país con la ayuda del pueblo haitiano y sus armas, en un momento donde el aeropuerto internacional, escuelas, agencias gubernamentales y negocios cerraron sus puertas debido al pánico generalizado. La violencia indiscriminada sorprendió a muchos, incluidos ataques a estaciones de policía y el propio aeropuerto, donde al menos cuatro oficiales, incluidas dos mujeres, perdieron la vida en una emboscada cerca de la comunidad de Canaan.
Mientras tanto, el Primer Ministro Henry se encontraba en Kenia, negociando el despliegue de mil oficiales de policía kenianos en Haití, tras un acuerdo liderado por la ONU en octubre. Este esfuerzo busca restaurar el orden en una nación caribeña asolada por la violencia de pandillas, que controlan hasta el 80% de la capital, Port-au-Prince.
La reacción de la comunidad internacional no se hizo esperar, con apelaciones por parte de la ONU solicitando $674 millones en ayuda, mientras que líderes caribeños urgen a Haití a celebrar elecciones largamente esperadas para mediados de 2025. Sin embargo, el panorama se complica con alianzas pandilleras cambiantes y la ausencia de funcionarios electos desde el asesinato del Presidente Jovenel Moïse en julio de 2021.
El desafío que enfrenta Haití no solo radica en combatir la influencia pandillera, sino también en establecer una base sólida para la reconstrucción política y social. Con la promesa de ayuda internacional y la determinación de combatir el terror impuesto por las pandillas, Haití se encuentra en un momento crítico de su historia, buscando desesperadamente un camino hacia la paz y la estabilidad.